El peso mexicano se encuentra bajo una renovada presión esta mañana, martes 14 de mayo, revirtiendo las ganancias del día anterior y cotizando por encima de las 16.80 unidades por dólar. Este movimiento se produce tras la publicación de datos que muestran una aceleración de la inflación al productor en Estados Unidos durante abril.
La inflación al productor en Estados Unidos repuntó a 0.5% en abril, superando las expectativas y marcando un avance desde la contracción de -0.1% del mes anterior. En términos anualizados, la cifra se ubicó en 2.2%, en línea con las previsiones, pero acelerándose desde el 1.8% de marzo.
Este repunte en la inflación al productor estadounidense ha avivado las preocupaciones de los inversores sobre una posible postura más restrictiva de la Reserva Federal (Fed) en cuanto a la política monetaria. Los mercados ahora se encuentran a la espera de las palabras de Jerome Powell, presidente de la Fed, quien participará en una mesa de discusión en Ámsterdam a las 08:00 horas, tiempo de la Ciudad de México.
Las declaraciones de Powell podrían ofrecer pistas sobre la perspectiva de la Fed para el resto del año, y los inversores estarán atentos a cualquier indicio sobre un posible retraso en el inicio del ciclo de recortes de tasas de interés.
Además de las palabras de Powell, la atención también se centrará en los datos de inflación al consumidor de Estados Unidos que se publicarán mañana, miércoles 15 de mayo. Las previsiones apuntan a una moderación leve de la inflación general a 3.4% anualizado, desde el 3.5% del mes anterior. Sin embargo, la inflación subyacente se mantiene firme en 3.6%, lo que genera inquietud entre los inversores.
Si la inflación cumple con las expectativas o incluso las supera ligeramente, el peso mexicano podría experimentar una recuperación a corto plazo. Sin embargo, si las cifras son más altas de lo previsto, podrían confirmar las preocupaciones sobre la persistencia de la inflación y generar nuevas presiones sobre la moneda mexicana.
En resumen, el peso mexicano se encuentra en una encrucijada a la espera de las señales de la Fed y de los datos de inflación. La volatilidad podría seguir siendo el tema dominante en el mercado cambiario en el corto plazo, mientras los inversores calibran el impacto potencial de estos eventos en la política monetaria y en la economía global.
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